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La evaluación

Marco normativo

  • Orden ECI/3960/2007, de 19 de diciembre, por la que se establece el currículo y se regula la ordenación de la Educación Infantil.
  • Orden de 5 de agosto de 2008, por la que se desarrolla el currículo correspondiente a la Educación Infantil en Andalucía.
  • Orden de 29 de diciembre de 2008, por la que se establece la ordenación de la evaluación en la Educación Infantil en la Comunidad Autónoma de Andalucía.

La evaluación en este segundo ciclo de Educación Infantil debe tener un carácter netamente formativo y permite valorar el desarrollo alcanzado, así como identificar los aprendizajes adquiridos por las niñas y los niños, tomando como referencia los criterios de evaluación de cada una de las áreas. Este proceso evaluador forma parte del desarrollo educativo, se basa en la observación directa y sistemática, y permite determinar en qué medida se han alcanzado los objetivos propuestos y realizar los ajustes pertinentes; es decir, el proceso evaluador se concibe como una referencia para orientar la acción educativa.

 La evaluación, como tal, está inmersa en el proceso de enseñanza y aprendizaje del alumnado con el fin de detectar las dificultades en el momento en que se produzcan, averiguar sus causas y adoptar las medidas necesarias que permitan al niño o la niña continuar, de forma adecuada, su proceso de aprendizaje. En este aspecto, no debemos olvidar que cada niño y cada niña, y más en estas edades, tiene su propio ritmo de aprendizaje y de maduración, y que debemos respetarlo.

Por último, no podemos olvidar que la evaluación ha de hacerse en todos los ámbitos docentes; no solo se evalúa el proceso de aprendizaje del niño o la niña, también es enriquecedor evaluar el proceso de enseñanza, así como los medios, procedimientos y herramientas utilizados para conseguir un proceso de aprendizaje óptimo, eficaz y de calidad.

 Características y procedimientos de la evaluación

La evaluación del proceso de aprendizaje del alumnado en el segundo ciclo de la Educación Infantil es continua, global y formativa y tiene como referente los objetivos establecidos para la misma:

  • Continua: al recoger permanentemente información sobre el alumno o la alumna y el proceso de enseñanza y aprendizaje.
  • Global: al referirse al conjunto de capacidades expresadas en los objetivos. Todas las áreas de trabajo se relacionan entre sí, porque ante el alumno o alumna hay una única realidad global; de ahí el carácter globalizador de la
  • Formativa: proporciona una información constante que permite mejorar tanto los procesos como los resultados de la intervención educativa. Los resultados de la evaluación le sirven al docente para ir orientando la propia acción

Tal y como establece la normativa, la evaluación es responsabilidad del maestro- tutor de cada grupo, que dejará constancia de sus observaciones y valoraciones sobre los aprendizajes de cada niño y cada niña y atenderá, cuando proceda, a las informaciones proporcionadas por otros profesores o profesoras que trabajen con ese alumno o alumna.

 Sin embargo, un elemento innovador del proceso evaluador que planteamos es que tiene en cuenta e incorpora la propia autoevaluación de cada alumno y cada alumna.

En este proceso evaluador programamos tres momentos: 

  1. Evaluación inicial: se realiza al inicio del curso escolar y sirve para conocer y valorar la situación de partida del alumnado y sus posibilidades. Vale como punto de referencia para planificar la práctica educativa y decidir posibles ajustes a tomar.
  2. Evaluación continua: se lleva a cabo a lo largo del curso escolar, observando qué saben hacer los niños y las niñas, qué y cuánta ayuda necesitan y cómo están evolucionando.
  3. Evaluación final: permite conocer el momento evolutivo de cada niño o niña valorando la consecución de los objetivos alcanzados, las dificultades encontradas, las medidas adoptadas, al igual que la propia práctica docente. El tutor elabora, al finalizar cada ciclo, un informe individualizado sobre los logros en el proceso de desarrollo de cada niño y cada niña, y en la adquisición de los aprendizajes adquiridos en las áreas en relación con los objetivos establecidos. Asimismo, se harán constar las dificultades encontradas y las medidas de apoyo adoptadas. Al finalizar cada curso escolar se informará a la familia del alumno o alumna de esta evaluación final.

 Para recabar información sobre el proceso de aprendizaje de los alumnos y evaluar este proceso, los profesores y profesoras nos apoyamos en los siguientes procedimientos:

  • Observación directa, continua y sistemática: constituye el principal instrumento de evaluación en Educación Infantil. Observamos qué saben hacer los niños, qué y cuánta ayuda necesitan y cómo están evolucionando.
  • Análisis de las diferentes producciones elaboradas por el niño o la niña a lo largo del trimestre. Valoramos las fichas, las producciones plásticas, los proyectos, las actividades realizadas en clase y la participación que el niño o la niña ha ido teniendo en cada una de ellas. 
  • Información obtenida al observar cómo se desenvuelve el niño en otros momentos escolares, en el comedor, en el patio, en los momentos de acogida (llegada al colegio) y recogida (salida del colegio).
  • Entrevistas con las familias y aquella obtenida en entrevistas con otros miembros del equipo docente que trabajen con el grupo o que atiendan a algún niño o niña en particular: nos aportan información complementaria sobre el
  • Criterios de evaluación: describen los aprendizajes imprescindibles y fundamentales que el alumnado tiene que alcanzar en cada área y sirven al docente para orientar su acción educativa, ya que son una referencia de lo que el niño y niña va a trabajar. Los criterios de evaluación se refieren al contenido trabajado en la unidad, y al desarrollo de las capacidades y el logro de los objetivos marcados en el currículo. Algunos evalúan aspectos amplios mientras que otros evalúan aspectos más concretos.

En nuestro proyecto curricular contamos con las siguientes herramientas de evaluación, que tienen como finalidad la identificación de los aprendizajes adquiridos, así como la valoración del desarrollo alcanzado:

  • Portfolio: incluye diversos materiales para evaluar no solo el aprendizaje de cada niño y cada niña, sino también su adquisición de hábitos, así como su educación emocional y social. Algunos se incluyen en cada reto y otros se ofrecen trimestralmente. Son los siguientes:
    • Evaluación inicial: una ficha al inicio de cada reto.
    • Evaluación de proceso: incluye adhesivos para marcar evidencias de aprendizaje, radar para evaluar el aprendizaje social, corazón de evaluación de emociones, y baterías de carga de evaluación de hábitos en el aula. Se incluyen en cada reto trabajado.
    • Evaluación final: una ficha al finalizar cada
  • Registro de evaluación: Hay un registro de evaluación para cada reto. Los criterios de evaluación serán evidenciados por el alumnado en los contextos de aplicación, a través de actividades, tareas y juegos en los que se aplicarán los aprendizajes adquiridos con diferentes procesos y productos finales. 
  • Fichas de evaluación inicial y final del curso.
  • Contribuye al desarrollo cognitivo: en la medida en que, en la relación entre iguales, aumenta la controversia y la confrontación de diferentes puntos de
  • Permiten entrenar y poner en práctica las habilidades sociales y comunicativas, favoreciendo el desarrollo afectivo.

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