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Contenidos de carácter transversal

La Ley 27/2005 de 30 de noviembre de Fomento de la Educación y la Cultura de la Paz propone que en todos los niveles del sistema educativo se impartan las enseñanzas de acuerdo con los valores propios de la paz, potenciando una educación integral, eliminando la intolerancia y promocionando el diálogo y la no violencia como prácticas que hay que generalizar en la gestión y transformación de conflictos.

A través de la educación, se ejercitan estos valores que hacen posible la vida en sociedad y se adquieren hábitos de convivencia democrática y de respeto, es decir, se prepara al alumnado para la participación responsable en las distintas actividades e instancias sociales.

Nuestro proyecto de Educación Infantil considera que uno de los objetivos básicos de la enseñanza es el de formar conciencias críticas, personas capaces de pensar por sí mismas. Esta tarea debe comenzar a llevarse a cabo desde las edades más tempranas, pues sabemos que una correcta actuación pedagógica en estos niveles permitirá contar a los alumnos y alumnas con el fundamento principal para su posterior aprendizaje y desenvolvimiento funcional en la sociedad.

Para lograr el objetivo citado, nuestro proyecto ha concedido gran importancia a las actividades grupales:

  • Diálogos en asamblea, de tal manera que cada niño o niña exponga libremente su opinión sobre un tema, partiendo de un cuento o de cualquier tipo de información suministrada por el profesor o profesora, que cuidará de que se respeten los turnos de palabra entre compañeros y compañeras.
  • Realización de diferentes actividades (plásticas, fotocopiables, relacionadas con las fichas…) en grupos de trabajo. Este tipo de actividades ayudan a los pequeños a apreciar la importancia del trabajo cooperativo para lograr un fin común.

Se ha optado en todo momento por un modelo de enseñanza activa, considerando el aula como un foro de construcción de conocimiento donde los alumnos son protagonistas de su aprendizaje, y el maestro o la maestra un orientador en esta tarea.

La formación integral del individuo, que persigue la educación en la actualidad, lleva implícita la formación en valores democráticos fundamentales, como son el ejercicio de la libertad, la tolerancia, la solidaridad y la igualdad.

De esta forma, la educación contribuye a avanzar en la lucha contra la desigualdad y la discriminación por razones socioeconómicas, de raza, sexo o religión.

La escuela debe potenciar la diversidad y la solidaridad. Se trata de aprender, a partir del conocimiento de las características y costumbres de otros pueblos, que el respeto a la diferencia entre culturas no contribuye a hacer a unos ciudadanos mejores que otros, sino al enriquecimiento de todos..

Desarrollaremos continuamente actitudes de compañerismo, de respeto y de ayuda a los demás, de orden y limpieza, de utilización del diálogo como medio para resolver los conflictos, de rechazo a la violencia y a la agresividad, de cuidado de los bienes naturales, fomentando un estilo de vida y comportamiento cotidiano como aceptación de esos valores que la sociedad necesita y establece como positivos para su buen funcionamiento.

Nuestro proyecto de Educación Infantil incluye unos contenidos, principalmente actitudinales, vinculados al currículo, que deben estar inmersos en el quehacer cotidiano y entrar a formar parte de las actividades planteadas en todas las áreas. Son los siguientes:

  • Dialogamos y respetamos a los demás: Fomentar la solidaridad, la cooperación, la libertad, la responsabilidad, el respeto y el rechazo a todo tipo de discriminación e intolerancia supone educar para la convivencia pacífica y la ciudadanía democrática.
  • Todos somos iguales: La sociedad en la que vivimos asigna a los niños y a las niñas desde pequeños roles diferentes en función de su sexo. Los maestros y las maestras pueden y deben corregir estas desigualdades. En sus manos está hacer que los menores se formen como personas que son, en igualdad de condiciones y con los mismos derechos y obligaciones.
  • Protegemos el medio ambiente: Aprender a valorar la importancia que el medio natural tiene para la vida de las personas y desarrollar actitudes de respeto y cuidado hacia él supone acercarlo al alumnado.
  • Consumo responsable: Aunque en estas edades los pequeños no tienen todavía autonomía como consumidores, están constantemente recibiendo mensajes de los medios de comunicación: publicidad sobre golosinas, pastelitos, juguetes, material escolar… Lo que se pretende es que vayan adquiriendo una actitud crítica y responsable hacia el consumo.
  • Aprendemos educación vial: El objetivo fundamental de la educación vial es la prevención de accidentes. En estas edades, aún no son autónomos en sus desplazamientos por los espacios urbanos, pero sí que utilizan los transportes públicos –algunos desde los tres años usan el transporte escolar– y los privados en el entorno familiar. Por ello, es necesario iniciarlos en el conocimiento de las normas establecidas, fundamentales para su futura participación en el ambiente urbano como peatones, viajeros o usuarios de vehículos.
  • Buenos ciudadanos y ciudadanas: Supone preparar al alumnado para el ejercicio de la ciudadanía y para la participación en la vida social y cultural con actitud crítica y responsable.
  • Cuidamos nuestra salud: El objetivo fundamental es fomentar en los niños y en las niñas la adquisición de hábitos de salud: alimentación sana, descanso, cuidado e higiene corporal, práctica de ejercicio físico o de algún deporte, prevención de accidentes…

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