La adquisición del lenguaje oral y escrito
La adquisición y el desarrollo del lenguaje oral es especialmente relevante en la Educación Infantil al ser el instrumento por excelencia del aprendizaje, de regulación de la conducta y de manifestación de ideas, deseos, sentimientos, emociones…
En el segundo ciclo de esta etapa educativa se pretende que los menores descubran y exploren los usos de la lectura y de la escritura, despertando y afianzando su interés por ellos. La utilización funcional y significativa de la lectura y de la escritura en el aula les llevará, con la intervención educativa pertinente, a iniciarse en el conocimiento de algunas propiedades del texto escrito y de sus características convencionales, cuya adquisición se ha de completar en la Educación Primaria. Asimismo, es necesario desarrollar actitudes positivas hacia la propia lengua, despertar en los menores sensibilidad y curiosidad por conocer otras e interesarse por la literatura como fuente de goce, disfrute, diversión y juego.
Nuestro proyecto lingüístico del Ceip Marismas de Hinojos permite graduar el proceso de acercamiento y adquisición lectoescritor, a través del trabajo con los cuentos de la unidad y de otros recursos literarios, vamos a intentar que los pequeños y pequeñas comprendan los mensajes que se les transmiten, que se expresen libremente, que se entusiasmen con la lectura y empiecen a comprender la importancia que esta tiene, que desarrollen las capacidades auditivas y perceptivas, la memoria, la creatividad, el vocabulario, la comprensión lectora…
Cada unidad didáctica dispone de los siguientes recursos literarios:
- El cuento de la unidad y además un cuento de educación emocional con unas pautas de actuación.
- Una dramatización.
Otros recursos literarios: adivinanzas, poesías, trabalenguas, retahílas, refranes…
Las líneas maestras de nuestro proyecto lingüístico se basan en los siguientes procesos:
- El desarrollo de la expresión oral y de la comprensión
- El aprendizaje de la lectura y de la
- El desarrollo de la competencia lingüística.
- El trabajo con los cuentos y otros recursos
La expresión oral y la comprensión verbal
El lenguaje es el instrumento de aprendizaje por excelencia y, por tanto, cualquier situación y momento es apropiado para trabajar con los alumnos.
A los 3 años, están empezando a dominar el lenguaje, a comunicarse para expresar los deseos e intereses. El alumnado maneja un vocabulario extenso que continuará ampliando rápidamente, aunque comprende el significado de más palabras de las que utiliza. Su sintaxis es incipiente; los pequeños, poco a poco, elaborarán enunciados de tres o cuatro palabras cuya estructura se irá haciendo más compleja (utilizarán los artículos, algunos pronombres y adverbios…). Aún no dominan la pronunciación de algunos fonemas ni algunas estructuras gramaticales, pero pueden pronunciar los sonidos fundamentales de la lengua. Debemos empezar a preparar la conciencia de la relación del lenguaje oral con la representación gráfica por medio de imágenes y pictogramas en un contexto integrado de actividades comunicativas.
A los 4 años deben ser capaces de reconocer palabras muy significativas de su entorno. Producen frases negativas, integrando la negación en el cuerpo del enunciado, utilizan los artículos, los pronombres, las proposiciones de lugar y algunos auxiliares y adverbios. Se muestran muy charlatanes y les gusta jugar con las palabras, decir cosas absurdas y preguntar incansablemente. Construyen una historia larga de una respuesta simple y hacen muchas comparaciones. Aun así, siguen construyendo estructuras sintácticas no del todo coherentes y la articulación y la pronunciación no son del todo correctas. A esta edad, sienten mucho interés por todas las actividades en las que interviene el lenguaje oral: cuentos, canciones, trabalenguas, poesías, dramatizaciones…
A los 5 años continuarán mejorando la expresión oral y empezarán a formar una conducta verbal que se consolidará a los 6. Los niños empiezan a conocer y a comprender algunas reglas que rigen el intercambio lingüístico. Continúan siendo muy curiosos e inquietos y formulan preguntas con más sentido. Tienen necesidad de aprender. El alumnado sigue ampliando el vocabulario. Aprenderán estructuras sintácticas más complejas y las distintas modalidades del discurso. Sus comunicaciones irán adquiriendo mayor intencionalidad, adaptando el lenguaje a las diferentes situaciones y a los diferentes interlocutores. Les gusta que les narren cuentos y contarlos, y son capaces de seguir una historia larga hasta el final y extraer lo que les resulta más llamativo.
El aprendizaje de la lectura y de la escritura
Son muchos los factores madurativos que intervienen en el aprendizaje de la lectura y de la escritura (orientación espacial, habilidades cognoscitivas, maduración lingüística, desarrollo motriz…), pero es definitivo y fundamental que el niño y la niña estén rodeados de un ambiente pedagógico adecuado y que exista una metodología didáctica correcta.
Al igual que ocurre con el aprendizaje de la escritura, se entiende que los menores necesitan unos prerrequisitos básicos sin los cuales es materialmente imposible conseguir una lectura exitosa. Estos factores elementales son, grosso modo, los siguientes:
- Un adecuado desarrollo del lenguaje oral. será difícil el aprendizaje exitoso de la misma sin poseer unas competencias lingüísticas suficientes, tales como riqueza de vocabulario, adecuada conjugación de los verbos, correcta estructuración del discurso y articulación de los fonemas.
- Un adecuado desarrollo psicomotor. Constituye uno de los factores fundamentales en el desarrollo del menor, de forma especial en los primeros años de su Destacan la importancia de una correcta integración del esquema corporal (ser consciente de las distintas partes del cuerpo y de sus movimientos), una adecuada definición de la lateralidad (predominancia diestra o zurda sin alteraciones) y una correcta orientación espacial y temporal.
- Un nivel intelectual
- Un desarrollo perceptivo Afecta principalmente al desarrollo de la lectura la percepción visual, auditiva, espacial y temporal, es decir, el reconocimiento adecuado de los colores, las formas, los tamaños, las posiciones, las distancias, los movimientos, los relieves y los sonidos de los objetos que le rodean.
- Un desarrollo afectivo y emocional adecuado. Es importante que los alumnos se formen en un entorno que les posibilite un desarrollo emocional adecuado, así como suficientemente estimulador.
Hay que señalar que estos factores fundamentales en el desarrollo del niño no tienen por qué madurar al mismo ritmo, por lo que es fácil encontrar, por ejemplo, alumnos muy inteligentes pero con un desarrollo psicomotor deficiente o con retraso en el lenguaje, que cuando llega el momento de aprender a leer presentan dificultades de diverso tipo y en distinto grado.
La labor educativa empieza siempre en las familias. Desde muy pequeñitos, tienden a imitar los comportamientos, los hábitos, los gestos… de los adultos que conviven en el hogar y, por supuesto, también el gusto hacia la lectura. Es importante que perciban de forma natural que en su entorno se lee, que se disfruta de la lectura, que se maneja una gran variedad de material impreso: libros, cuentos, revistas, periódicos… y, además, que pueden disponer de materiales que les permitan dibujar, escribir, garabatear, colorear, recortar, etcétera.
El gusto por la lectura fomenta la imaginación, perfecciona el lenguaje, desarrolla la inteligencia, la capacidad de concentración, la comprensión y la expresión. Un aprendizaje adecuado de la lectura y de la escritura va a impulsar un correcto desarrollo personal, social y el aprovechamiento escolar de los menores.
Actividades que favorecen el aprendizaje de la lectoescritura
La manipulación de libros, de cuentos, de revistas… va a favorecer la producción de mensajes orales cada vez más precisos y amplios y, posteriormente, facilitará la aparición de los primeros mensajes escritos. Además, a través de los cuentos, los alumnos tienen la posibilidad de conocer y observar paisajes, lugares, culturas, personas, animales, objetos… Con ellos, podemos trabajar comentando las ilustraciones, los personajes; describiendo paisajes, elementos; imitando acciones y gestos; dibujando a algún personaje ;iniciándolos en la comprensión lectora formulándoles preguntas; aumentando el vocabulario, etcétera.
Es muy importante emplear todos los días un tiempo a la lectura. Debemos ofrecerles libros llamativos, con ilustraciones y colores, que utilicen un lenguaje ajustado a sus capacidades, con frases claras y bien estructuradas, y que, sobre todo, estimulen y desarrollen la capacidad de atención y de memoria.
En Educación Infantil resultan muy interesantes los libros y cuentos cuyos contenidos y personajes refuerzan los centros de interés que normalmente se trabajan: la escuela, el cuerpo, los animales, las plantas, la calle, la casa, la familia, las diferentes estaciones…
Son múltiples las actividades que favorecen el aprendizaje de la lectoescritura: de desarrollo de la motricidad fina, de orientación espacial, de articulación, de discriminación visual, de desarrollo del lenguaje oral, para trabajar los trazos, de pronunciación, etcétera:
- La psicomotricidad, ya que contribuye a desarrollar cualidades motrices, la orientación espacial, el esquema corporal, etcétera.
- Lectura de cuentos en voz
- Recitado de poesías, adivinanzas, retahílas…
- Ejercicios bucofaciales: soplar, mover la lengua, chupar, pronunciar con distintas intensidades, repetir palabras, bostezar, hacer pedorretas, silbar…
- Juegos educativos de
- Descomponer palabras en sílabas.
- Buscar el elemento diferente a una serie
- Buscar una letra o una sílaba en una palabra
- Aprender aumentativos y
- Juegos de formas, de colores, de
- Manejar y hojear todo tipo de material
- Recortar
- Repasar grafismos con el
- Construir letras con distintos materiales: papel, plastilina, cuerdas…
- Picar grafismos con un punzón.
- Ejercicios de iniciación al
- Lectura de
- Trazar grafismos en el aire, sobre papel, sobre
- Completar palabras, frases, títulos…
- Trabajar la
- Juegos de orientación
- Lectura de imágenes siguiendo la direccionalidad de la escritura y de la
- Elaboración de carteles
- Realizar rompecabezas y dominós.
- Participar en las actividades que promueva el centro escolar, como cuentacuentos, aportación de material gráfico, etcétera.
- Copiado de letras, palabras o frases
- Juegos interactivos que desarrollen habilidades
Las habilidades lógico-matemáticas
La ley considera que en el nivel de la Educación Infantil se debe procurar que los niños y las niñas se inicien en las habilidades lógico-matemáticas y que generen conocimientos derivados de la coordinación de sus acciones: relacionar, ordenar, cuantificar y clasificar elementos y colecciones según sus atributos y cualidades.
Para conocer y comprender cómo funciona la realidad, los menores indagan sobre el comportamiento y las propiedades de los objetos y materias presentes en su entorno: actúan y establecen relaciones con los elementos del medio físico, exploran e identifican dichos elementos, reconocen las sensaciones que producen, se anticipan a los efectos de sus acciones sobre ellos, detectan semejanzas y diferencias, comparan, ordenan, cuantifican… pasando así de la manipulación a la representación, origen de las incipientes habilidades lógico-matemáticas. De esta forma y con la intervención educativa apropiada, se aproximan al conocimiento del mundo que les rodea, estructuran su pensamiento, interiorizan las secuencias temporales, controlan y encauzan acciones futuras y van adquiriendo mayor autonomía respecto a las personas adultas.
A partir de los 3 años, el alumnado está pasando del aprendizaje sensorial al intuitivo y empieza a solucionar los problemas que se le plantean en su vida cotidiana. Progresivamente será capaz de hacer deducciones simples y clasificaciones siguiendo algunos criterios muy sencillos, aunque todavía no puede establecer algunas relaciones entre los objetos.
A los 4 años, no posee todavía pensamiento lógico, aunque se va acercando. Esto le permite realizar clasificaciones y seriaciones siguiendo criterios algo más complejos que a los 3 años.
A los 5 años, los niños y las niñas realizan las primeras abstracciones, siendo capaces de operar con las imágenes mentales de los objetos. El pensamiento es más lógico, por lo que consiguen realizar seriaciones y clasificaciones atendiendo a varias cualidades de los objetos. Pueden resolver por sí mismos algunos de los problemas que se les plantean.
Nuestro método contiene una serie de materiales y recursos para trabajar el desarrollo de las habilidades lógico-matemáticas:
- Fichas flexibles “Pienso, calculo, razono”
- Material manipulativo
- Juegos matemáticos.
- Actividades interactivas que desarrollan contenidos matemáticos en nuestra tablets.